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celag.org.- ¿Cómo le explicamos a una mujer que su salario está acorde a su esfuerzo tras trabajar todos los días de la semana, catorce horas seguidas, limpiando casas ajenas? ¿Cómo se lo justificamos a un joven que cada día se despierta a las 4:30 de la mañana para irse a trabajar a la construcción y regresar a casa por la noche? ¿Quién puede asumir que el salario es un fiel reflejo del esfuerzo?
Hay un claro sentido común acerca de las grandes fortunas en la región, que señala la corrupción y la herencia como los orígenes de las enormes riquezas de unos pocos.