Para crecer hasta el tamaño de Júpiter o más, un
planeta gigante gaseoso debe sorber grandes cantidades de hidrógeno y otros
gases del disco en el que se forma. Los astrónomos han buscado evidencia de este
proceso, pero las observaciones directas son desafiantes porque los planetas se pierden en el brillo de su
estrella. Un equipo ha logrado realizar observaciones terrestres de
dos planetas que se adhieren a la materia de un disco. Representa solo el
segundo sistema de múltiples planetas para ser directamente fotografiado.