Para un país donde el fútbol representa tantas cosas, la participación en el Mundial dejó enseñanzas realmente hondas: el trabajo como base del éxito, jóvenes sanos como ejemplos a seguir, nacionalismo que no es chovinismo, saber perder o ganar sin aspavientos.
La mesura y tranquilidad de Pékerman enseñaron que se puede ser exitoso y despertar el fervor de todo un pueblo sin desbordamientos innecesarios.
Las nuevas estrellas del fútbol colombiano (incluido Radamel Falcao García, a quien no es justo olvidar porque no jugó el Mundial) se presentan a las nuevas generaciones con los mensajes edificantes y el buen comportamiento de niños de iglesia cristiana.
Ver: DEPORTES
----------------------