El propio magnate alegó ser un perseguido político de EE.UU. por sus denuncias contra la "corrupción" de la agencia tributaria de ese país. El 15 de junio, durante una vista judicial, señaló que en caso de ser extraditado era casi seguro que pasaría el resto de su vida en prisión, porque EE.UU. —agregó— quería usarlo como "un ejemplo".