En un mensaje a los usuarios, el fundador de Telegram, Pavel Durov, reconoce que esa red social no es perfecta, pero niega que sea "una especie de paraíso anárquico" y anuncia cambios para hacerla "más segura".
También dijo que "desarrollar tecnología" es "bastante difícil" y "establecer el equilibrio adecuado entre privacidad y seguridad no es fácil".