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Las hojas de la mandarina Arrayana protegerían por más tiempo los alimentos contra el daño oxidativo. Foto: archivo Unimedios. |
Agencia UNAL.- La mandarina Arrayana que usted compra en el supermercado tiene propiedades que detienen el deterioro de las células. Tras la poda, cientos de hojas de este cultivo quedan en el suelo sin aprovechar sus 21 compuestos químicos naturales, con los cuales se lograría que galletas, papas fritas o aceites vegetales –como el de soya– extiendan su vida útil, al protegerlos por más tiempo contra la oxidación de lípidos, el proceso que vuelve rancios los alimentos.