Nuestros relatos son sistemáticamente marginados por los algoritmos dominantes, y la nueva tecnología podría exacerbar esta exclusión o, con suerte, desafiarla.
Muchos usuarios valoran principalmente la capacidad de la IA para ofrecer respuestas directas y ahorrarles el tiempo de navegar por múltiples sitios.
Sin embargo, los modelos se entrenan con datos existentes en internet, y esto significa que heredan y amplifican sus sesgos raciales, de género y geopolíticos.
