Mientras que 735 millones de personas en el mundo sufren hambruna, el desperdicio y la pérdida alimentaria generan entre un 8 y un 10% de los gases de efecto invernadero.
Cada día, los hogares desperdician más de 1000 millones de comidas, el equivalente a 1,3 comidas diarias para cada persona hambrienta en el mundo.
Se sigue sin explorar la financiación de proyectos que reduzcan la pérdida y el desperdicio de alimentos y promuevan unas dietas bajas en emisiones de carbono. Con solo 100 millones de dólares invertidos anualmente en 2019/20, esta cifra representa una pequeña fracción de las necesidades anuales, estimadas entre 48.000 y 50.000 millones de dólares.