El mandatario ruso enfatizó que, además de por su relevancia militar, la región ártica es "extremadamente importante", ya que las rutas marítimas se están volviendo más accesibles debido al deshielo.
Rusia ha construido ocho submarinos nucleares de misiles estratégicos de la clase Boréi, siendo el más reciente, el Kniaz Pozharski, que entró en servicio en agosto de este año. Los sumergibles estratégicos de este proyecto van equipados con misiles balísticos Bulavá, que tienen un alcance de hasta 8.000 km.