![]() |
El impulso que está dando China a las energías limpias encierra una paradoja: los incentivos que otorgó en su país para desestimular el uso de combustibles contaminantes como el carbón suscitaron un interés desmedido por la madera de balsa, que está arrasando con los árboles de la Amazonía ecuatoriana. Poco o nada les ha quedado a los comuneros indígenas que viven en la precariedad y se dicen robados por los intermediarios que llegaron a arrasar con toda la balsa de sus territorios amazónicos. Un reportaje de Daniela Aguilar para La Historia y CONNECTAS |