El gran mérito del Tri en el segundo tiempo fue no conformarse con el empate, un resultado que, si bien le servía para avanzar, se asemejaba a cuchillo de doble filo. El premio a esa ambición llegó por cortesía de su capitán y símbolo Rafael Márquez, quién de cabeza abrió el marcador tras un tiro de esquina (0-1, 72').